(La santa inquisición evangélica)
Este movimiento es una oleada de “cristianos” que solo se dedican a denunciar y exhibir a los “cristianos apostatas y falsos maestros”, se auto nombran “atalayas” y llenan sus muros de facebook, páginas web, blogs y cualquier espacio a su alcance, de denuncias, escritos, audios y vídeos, y no hablan de otra cosa que no sea esto, han dejado la mezcla y los tabiques y solo se quedan con la espada y el látigo es sus manos.
He visto infinidad de hermanitos mostrando su “celo santo” expresándose de una manera ofensiva, despectiva y humillante hacia el prójimo; una forma no digna de un hijo de Dios. He escuchado y leído a algunos decir con fluidez y resonancia calificativos como: “Perro” “hijo del diablo” “Cerdo" "Cara de tal” “Mal parido” “Bruja” “Momia” y una serie de linduras mas, deleitándose de una manera morbosa de esto.
Fomentar esto es contrario al espíritu cristiano, pues el Señor nos enseña a bendecir y no maldecir, a ser mansos y humildes, a amar aún al enemigo, a poner la otra mejilla. Por ejemplo, cuando "los hijos del trueno" querían desatar fuego sobre los samaritanos, el Señor los reprendió diciendo: "vosotros no sabéis de que espíritu sois", pero ahora parece que ha surgido "la santa inquisición evangélica".
Hermanos quiero aclarar que por supuesto denunciar las herejías y malas conductas es un deber, cuidar al rebaño y estar alertas de los lobos es una responsabilidad por amor. Pero el deber principal de todos y principalmente de los ministros es anunciar el evangelio y edificar la Iglesia.
Lo malo (y mucho) es caer en el exceso, repito: “dejar la mezcla y los tabiques (para edificar) y quedarse solo con la espada y el látigo (para castigar). ¡No, nosotros no somos los justicieros de Dios!
Hermanos no suelten la espada para contender por la fe una vez dada a los santos, pero por el amor de Dios, tampoco suelten la mezcla y los tabiques sino abunden aun más en esto.
Puedo ver con tristeza que desde que el movimiento “caza herejes” se desató, comenzó a disminuir la misericordia y el amor, y el orgullo tomo lugar disfrazado de celo santo.
Como un llamado a la reflexión, con dolor en mi corazón y vergüenza, pues yo llegue a participar de esto, les digo: No dejen que un celo mal canalizado, les endurezca el corazón.
Su hermano Serafín Romero. 12 Noviembre 2014
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