Hay una frase que reza “todo con medida, nada con exceso”.
Pero déjenme decirles que en las cuestiones de Dios (piadosas
y espirituales) esta frase no aplica, pues Él mismo dice en su palabra: orad
sin cesar, escudriñad, velad, perseverad, sean diligentes, rediman el tiempo,
etc.
Ahora yo pregunto... ¿Ser santo en abundancia es malo? ¿Dar gracias
a Dios en abundancia es malo? ¿Tener comunión con Él en abundancia es malo? ¿Conocerle
en abundancia es malo? Creo que estas preguntas son retoricas para aquellos que
han alcanzado madurez.
Leer la palabra de Dios es como almacenar materiales de
construcción en tu mente, de estos materiales almacenados utilizará el Espíritu
Santo para traer revelación y edificación a tu vida cuando te expongas a un
buen maestro que usa bien la palabra de verdad. La pregunta es ¿qué materiales
utilizara El Espíritu Santo para edificar en ti, si nunca has almacenado nada? ¿Cuando busque El espiritu Santo en tu mente para edificarte solo encontrara Juan 3:16 y el Salmo 23?
Es triste y vergonzoso que uno como predicador invite a los
hermanos que tienen ya tiempo en la fe, a abrir la biblia en un libro y
capítulo específico y que no sepan dónde queda tal pasaje bíblico.
Así que lee y no pares de leer, no importa que al leer no comprendas
todo, para esto dejo el Señor ministros que han de discipularte con estudios
concienzudos y profundos, tu deber es leer y leer y leer y la labor de los
ministros es edificar sobre aquello que has leído, aunque por supuesto al leer
recibirás revelación de Dios pues su palabra es viva y eficaz.
Yo muchas veces leí la biblia y no comprendía muchas cosas
(y aun no comprendo muchas cosas), pero al escuchar buenos maestros, dotados
con los dones de Dios, para mí es como abrirse el cielo y entrar en las
profundidades de Dios, pero esto es debido a que tengo la mente llena de
materiales de construcción.
Un buen edificador hará que de tu mente esos
materiales lleguen al corazón y El Espíritu Santo hará que del corazón lleguen
a tu espíritu y seas por ende más espiritual.
Algunos dicen: "no leas tanto la mucha letra mata", y es verdad,
mata la ignorancia y la carnalidad, otros dicen: “prefiero leer una pequeña porción
y meditarla” y es correcto y bueno, pero mi exhorto es a leer en abundancia sin
dejar de hacer aquello, o sea, dedícate a almacenar muchos materiales de construcción
(con la lectura abundante) y aparte medita en una porción de la palabra. Bien
se pueden hacer ambas cosas y más. Piensa por un momento cuando llegaban las cartas de los apóstoles a las iglesias, ¿crees tu que se disponían a leer una pequeña porción y meditarla? de ninguna manera sino que leían la carta completa, ya despues meditaban en ella.
David decía: ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella
mi meditación. Pero es de suponer que David leía en abundancia la palabra de
Dios.
Así que nadie te diga que leer la palabra de Dios por tu
cuenta y en abundancia no es bueno ni beneficioso, hazlo, y al final cuando veas lo resultados me dirás
si tengo o no razón.
Pd. Hay muchos que prefieren leer en abundancia diversos libros
y no la Palabra bendita de Dios, esto es vergonzoso, primero lo primero! Bendiciones!
Su hermano pr. Serafín Romero 22 Junio 2016
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