La iglesia ideal - El pastor ideal

Corremos peligro al idealizar un ministro o un ministerio.

 La palabra “idealizar” significa: Considerar a una persona, una cosa o una situación como un modelo de perfección ideal o como mejor de lo que es en realidad. Algunos de sus sinónimos son Sublimar, Elevar, Ensalzar. En otras palabras es: “Tener a alguien o algo como lo mejor, lo ideal”.

He conocido algunos hermanos que con buena intención admiran a los ministros y sus ministerios, y en un sentido es correcto, pues la palabra de Dios dice en Romanos 13:7 Al que respeto, respeto; al que honra, honra, y en la primera carta a los Tesalonicenses 5:12-13 dice: Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. En este sentido es lícito y no solo lícito sino un deber reconocer las virtudes y buenas acciones de los demás a favor de la iglesia.

En la actualidad hay hermanos a quienes respeto y reconozco por su labor en la iglesia como: Miguel Núñez o Sugel Michelen,  algunos más como: MacArthur o Washer y si nos remontamos a los antiguos puedo mencionar a Pink, Spurgeon y Edwars entre otros. Verdaderamente sus vidas y ministerios son dignos de imitar.

   Pero el problema surge cuando dejamos de considerar que fueron y son simples mortales llenos de debilidades, carencias y miserias.  Poner la mira en alguno de ellos tarde o temprano nos decepcionara por la simple razón que son hombres con tendencias al pecado, además la palabra de Dios es muy clara cuando dice en Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. El peligro radica precisamente en esto, en que comenzamos a ponerla mirada en ellos y lo que hacen o dejan de hacer, en lo que dicen o no dicen y la quitamos de aquel que jamás debemos dejar de ver y admirar, el Señor Jesús.

Nosotros podemos ver en las escrituras que los hombres de Dios como Noé, Abraham, Moisés, David, Pedro, Pablo, Jacobo, Juan, etc. cometieron errores, ¡Si ellos cometieron errores ¿que se espera de nosotros?! Sin lugar a dudas los cometeremos debido a como afirma Pablo, “estamos en este cuerpo de muerte”.

Por tanto mis amados hermanos, nunca dejemos de ver, admirar y glorificar a Cristo, y aun glorificarle y agradecerle por la vida de estos hombres que él mismo puso para guiar a su rebaño, y precisamente puso hombres imperfectos (de lo vil y lo menos preciado) para mostrar su poder en la debilidad de ellos (inclúyome). 

Otro peligro que puede surgir de la idealización de una iglesia o pastor, es que podemos llegar a estar inconformes con el pastor o la iglesia a donde asistimos al no cumplir nuestras expectativas idealistas, y podemos llegar a pensar… “la iglesia y el pastor donde asisto, no son como la iglesia tal o el pastor tal”.

Al idealizar un pastor o un ministerio jamás estarás conforme en ningún lugar, esto es un peligro, pues andarás en busca de la iglesia y el pastor ideales y déjame decirte esta verdad…  ¡Jamás los encontraras!.

  Nota: No todos los ministros estamos llamados a tener ministerios exactamente iguales, y no todos los pastores tenemos las mismas capacidades, cada uno conforme la gracia, los dones y la medida de fe que repartió el Señor, cumplamos con nuestra labor.

Creo que como cristianos nuestra postura debe ser como Pablo enseña a los tesalonicenses en su primer carta capítulo 5 versículo 21 "Examinadlo todo; retened lo bueno".

Hijitos guardaos de los ídolos… Su hermano Serafín Romero.

                                                                                                      Escrito el 25 de Julio del 2015







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