El camino a la santidad

La santidad, ademas de ser un mandamiento del Señor debe ser un anhelo profundo de todo hijo de Dios, pero surge un problema cuando no se canaliza bien el medio para lograrla. Muchos cristianos (puedo afirmar que la mayoría) creen que la santidad se obtiene con capacidad y esfuerzos propios utilizando algunos métodos como: El Ayuno. (para llegar a fortalecer la espiritualidad), La Oración (para lograr fortaleza y comunión), La Consagración (apartado, dedicado totalmente a las cosas de Dios), La Abstención (no tv, no amigos, no el mundo), Los Retiros (para "sentir la presencia del Señor"), Seminarios y Estudio de la Palabra (pues el conocimiento edifica, da madurez y sabiduría), y cualquier otro método que se nos pueda ocurrir.

A la verdad todo esto es bueno si se usa de manera legitima, pero el problema surge cuando esto no es producido por el Espíritu Santo teniendo un anhelo genuino de ser mas como el Señor, sino mas bien es producido por una insistente y legalista demanda de uno mismo y de los demás hacia nuestras vidas, si esto es asi no es mas que un deseo carnal. Llevar a cabo todas estas practicas sin el enfoque correcto biblico-espiritual seria solamente como ejercicio corporal con efecto de corto tiempo que ayudaría muy poco a nuestro crecimiento y madurez como cristianos.

1Ti 4:8  el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.

Hay hermanos que se mortifican y hacen grandes esfuerzos por cumplir con exactitud la palabra de Dios para alcanzar la santidad, pero lo que no han considerado es que... 

*la vida cristiana no es yo con mis capacidades y esfuerzos luchando para obtener la santidad, sino es permitiendo a Cristo con su poder hacer su vida en mi, llevándome a alcanzar la santidad*.

Te hago una exhorto hermano, ¡detente!, ve con Dios primero y pídele que él lo haga en ti.

Es verdad que todos los hijos de Dios queremos agradarle en todo, pero debemos reconocer que no podemos, que no tenemos tal capacidad, debemos reconocer que si algo bueno, digno, santo hacemos, no somos nosotros sino El que vive en nosotros.

Hermano, detente, no luches mas, no te esfuerces mas por cuenta propia sino esfuérzate pero en el Espíritu, la santidad solo la produce El, no tú, déjalo hacer su encomienda solo sométete a su palabra y oración. 

Medita profundamente en estos textos:

  Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Hebreos 13:20-21


 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.  Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 1a Tesalonisenses 5:23-24

Advertencia: Hermano, si persistes en conseguir la santidad con tu "capacidad y esfuerzo" lo único que lograras es caer en el legalismo que es un mal pernicioso al cristianismo y a la iglesia o tambien puedes llegar a frustrarte, decepcionarte y apartarte del camino del Señor. Mejor vamos al Señor pidiendo capacidad y dejando que Él obre en nosotros por su Espíritu y su Palabra no dejando nosotros aun lado nuestra responsabilidad de buscar la santidad pero si entendiendo que separados de él, nada podemos hacer. Bendiciones!


Su hermano Serafín Romero 

                      Nota escrita el 7 de Julio 2011


















No hay comentarios:

Publicar un comentario